Nacionalización, apertura y "nazionalización"
La industria petrolera venezolana ha sido nacionalizada una sola vez, en 1975. Parece una verdad de Perogrullo; pero ante la insistencia del Gobierno, que está y que nacionalizándola, hay que repetirlo hasta la saciedad. Es que esta "revolución" tiene complejo de Adán, creen que la Historia de Venezuela comenzó con ellos, con Libertador y todo. Así, "inventaron" la democracia, el sindicalismo, la educación popular… porque lo que había antes era pura pantomima del imperio y de los corruptos. Ahora nos inventan que ellos nacionalizaron el petróleo, mientras logran el milagro al revés de quebrar una petrolera —tercera ley de Rockefeller— y quieren llevar a la cárcel a los hasta ahora irrepetibles ejecutivos de la apertura que gústeles o no, es la que hoy les proporciona los barriles para el despilfarro y la retórica. Cuando Carlos Andrés Pérez nacionalizó la industria petrolera, colocó la politiquería fuera de las paredes de las empresas y mantuvo la exitosa manera de hacer las cosas para no provocar bajones de productividad. A la vuelta de pocos años los logros estaban a la vista: profundizaron el trabajo exploratorio, abandonado por las transnacionales ante su inminente salida y las reservas convencionales pasaron de 18.000 millones de barriles a cerca de 90.000. Cambiaron el patrón de nuestras refinerías, triplicando la producción de gasolina en el país. Internacionalizaron la industria comprando refinerías para la colocación de nuestros crudos pesados en Europa y Estados Unidos. Con Intevep, desarrollaron importante tecnología petrolera made in Venezuela. Crearon el CIED, premiada como la mejor universidad corporativa del mundo. Se formaron técnicos petroleros venezolanos de nivel mundial. Exploraron y comenzaron a explotar la Faja del Orinoco, considerada no convencional por los altos costos y las escasas tecnologías. Desarrollaron los nuevos campos de Monagas y de Apure. Rescataron la industria petroquímica, que era una fuente de pérdidas. La producción creció y ya se enrumbaba hacia los cinco o seis millones de barriles por día. Todo ello con apenas 45.000 técnicos venezolanos, cada uno de los cuales producía más de setenta barriles de petróleo por día. ¿Por qué esta "revolución" ignora esta gesta empresarial sin parangón en el mundo? Inútilmente, porque ya todo el mundo sabe la verdad. LA GLORIOSA APERTURA PETROLERA La apertura consistió en repotenciar la industria con tecnologías y dineros de otros, manteniendo el control de ésta. En cuanto a exploración, empresas transnacionales desembolsaron más de dos mil millones de dólares al Fisco —y por televisión, para más transparencia— para poder iniciar estudios de nuestras áreas prospectivas, además convinieron compartir las ganancias luego de los pagos de ISLR. De 14 áreas otorgadas, sólo resultaron explotables dos o tres. El "imperio" gastó más de 15.000 millones de dólares. Venezuela, ni un centavo, conocimos mejor nuestro subsuelo y generamos nuevos campos productores. Eso se llama negociar. En referencia a los Convenios de Operación, se otorgaron a empresas contratistas campos maduros de baja productividad, mientras Pdvsa invertía en los campos más rentables. La industria les compraba los barriles a un precio acordado, muy por debajo del mercado. Se generaron 600.000 barriles diarios por este concepto. En cuanto a la faja petrolífera, Pdvsa se asoció con empresas que trajeron millones de dólares y tecnologías de punta (generar 100.000 barriles por día costaba cerca de cinco mil millones de dólares). Desarrollaron 600.000 B/D de producción. Por cierto, las regalías y los impuestos eran, por contrato, susceptibles de ser incrementadas cuando cambiaran los escenarios de precios. Si no fuera por la apertura, la producción venezolana sería hoy tan sólo un millón de barriles. O sea… "NAZIONALIZACIÓN" Al mejor estilo nazi comenzaron por una lobotomía. Botaron a más de 23.000 trabajadores, descerebrando la empresa. A los que quedaron les exigen ser rojos-rojitos. En los Convenios de Operación, transformaron a los contratistas en socios. Es decir, asociaron en la propiedad del carro al que lo lava. En la Faja, botaron a los que sí saben de petróleo y se asociaron con los expertos en crudo pesado, entre los que destacan los cubanos y los vietnamitas. Algo así como traer expertos en osos polares de los países árabes. Sin comentarios. Los "logros" de la "nazionalización" son: tres millones de barriles diarios menos de los que deberían producir según los planes previos a la lobotomía, equivalente a un Kuwait menos de producción todos los días. Refinerías con récord de accidentes y paros. 110.000 trabajadores que apenas producen 20 barriles diarios por persona. Una petrolera con contenido social sustituida por una empresa social con contenido petrolero. Por eso Venezuela les dice como aquel personaje de la rochela: no me ayude tanto compadre!!!.
domingo, 2 de marzo de 2008
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