domingo, 14 de febrero de 2010

ALBERTO RAVELL, EN LA CALLE por RAFAEL GROOSCORS

Nos imaginamos a Alberto, símbolo positivo, en la calle, haciendo tantas cosas, útiles y convenientes para el reto que nos conjuga a todos, que casi tendríamos que decirles, a los que “prescindieron de sus servicios”, gracias por habernos dado, exactamente, lo que nos faltaba.
ALBERTO RAVELL, EN LA CALLE Rafael Grooscors Caballero Lo conocimos cuando el crío tenía, apenas, cinco años y compartía el exilio, en La Habana, con su padre (Alberto Ravell, el cronista excepcional de “Espejo de la Ciudad”, compañero de Leonardo Ruiz Pineda, discípulo de Don Rómulo Gallegos) quien, de una vez, nos dijo que “ya el muchacho se sentía dentro del Partido”, luchando contra la dictadura perezjimenista. No podía ser de otra manera. Su padre se relacionaba, conversaba a diario, con dirigentes de la talla de Rómulo Betancourt; oía y respondía los propósitos manifiestos de hombres de la calidad de Andrés Eloy Blanco; intercambiaba pronósticos con Luis Beltrán Prieto Figueroa. Una escuela de formación avanzada, para quien, como Mozart en la música, tendría que desenvolverse, desde su temprana juventud, en los linderos exigentes de la política, entendida como herramienta de lucha y de superación de las clases más necesitadas. Alberto, nuestro Alberto de hoy, se construyó con lo mejor del humanismo, desde su infancia y tendría que ser, en su madurez, como ha sido, artífice de la dignidad. Es un símbolo positivo, ahora en la calle, lejos, necesariamente, de la matriz comunicacional que sirvió para revelarlo, como un adalid, a todos los venezolanos presentes. En la calle, fuera de su puesto de mando en Globovisión. ¿Un triunfo del Régimen, del autoritarismo, de la tiranía mediática que justifica los caprichos del Déspota que nos gobierna? ¿Un éxito de la represión? ¿Un paso atrás en la Resistencia contra la Dictadura?. No lo creemos. Pensamos, más bien, en todo lo contrario. Las circunstancias nos han colocado, en la calle, a un símbolo positivo, en condiciones de trascendencia, con posibilidades de ir, cada vez, con cada día, con cada paso, siempre adelante, al encuentro con un futuro que casi teníamos perdido. Alberto podría, mejor que nadie, comenzar ya a “patear la calle” y encontrarse con la gente, acompañado, por ejemplo, por varios de los tantos y tantos compatriotas que han sido víctimas de la delincuencia desatada, impune ante una administración incapaz de contenerla. Acompañado por muchos de los dos millones de jefes de familias venezolanas, quienes claman por una vivienda propia, a la que tienen tanto derecho, constitucional y sociológicamente hablando, y de quienes el Régimen se ha burlado y a quienes ha engañado, sistemáticamente, durante once años de reiteración de una promesa que jamás cumplirá. Acompañado de los que constituyen la mayoría de los venezolanos a quienes no les llega la salud, la educación, la seguridad de enrumbarse por un camino que les lleve a la definitiva superación de su pobreza y estabilizarse, de verdad, dentro de una sociedad sana, en constante crecimiento hacia el cambio, abierta a su inclusión en el Primer Mundo. Alberto podría, además, tender el puente que unifique a la “unida” sociedad política con la desorientada sociedad civil, ausente de la contingencia social, fratricida, armada por el Régimen para dividir a los venezolanos y “atornillarse” en el poder. Con esa Sociedad Civil que no vota, que se abstiene de concurrir a las urnas, en cada uno de los últimos procesos, porque no comulga con la prédica totalitaria de los rojos reinantes, pero tiene sobradas razones para sospechar de lo que no supieron hacer los que nos gobernaron antes del Déspota de hoy. Podría tender el puente y facilitar esa necesaria unión –Diez Millones de venezolanos militantes— porque nadie duda de su entereza, mucho menos ahora, cuando ha sido víctima de sus propios compañeros de sociedad. Porque todos sabemos qué coraje, qué clase de sangre corre por sus venas, como para afirmarnos en la creencia de que, Alberto, podría ser, exactamente, lo que nos faltaba, ahora que está en la calle. Nos imaginamos a Alberto encontrándose con los estudiantes. Con los que vivirán, ardientemente, el futuro al cual no llegaremos. Nos lo imaginamos hablando con las amas de casa, ahora, cuando la inflación y las alteraciones negativas del orden fiscal y monetario del país, les ha cerrado las puertas de sus mercados habituales, hundiéndoles el presupuesto familiar. Nos lo imaginamos en comunicación con los buhoneros, los pequeños empresarios “tira piedras”, a quienes el gobierno abandonó, a pesar de su poderosa “banca oficial” y los lanzó a un pérfido desempleo indirecto, el cual no es registrado por las cifras que manejan los adelantados estadígrafos “socialistas”. (Quizás porque Carlos Marx los anestesiaba con aquello, despectivo, del “lumpen proletariat”). Nos imaginamos a Alberto, símbolo positivo, en la calle, haciendo tantas cosas, útiles y convenientes para el reto que nos conjuga a todos, que casi tendríamos que decirles, a los que “prescindieron de sus servicios”, gracias por habernos dado, exactamente, lo que nos faltaba Piénsalo, Alberto: la calle es tuya. grooscors@hotmail.com. -- Alberto Rodríguez Barrera

domingo, 7 de febrero de 2010

DE INTERES

"AMIGOS SON LOS QUE EN LAS PROSPERIDADES ACUDEN SI SON LLAMADOS, Y EN LAS ADVERSIDADES SIN LLAMARLOS".----------------------------------------------------------------------------------------------------------------http://ramminternational.blogspot.com/
www.bongomart.com
www.bertmart.ca
http://cayonuestro.blogspot.com


CUANDO LA TECNOLOGIA NOS ALCANCE:
http://www.youtube.com/watch?v=YVvJw4FJmUU



De: BongoMart Asunto: [BongoMart News] Valentine's DayA: info@bongomart.com
.


Go to your BongoMart Account Latest Clearance Offers





.


CZ Hanging Heart Earrings

Sterling Silver Hanging Pave Fine CZ Heart Earrings. Heart Measures approx. 1/2" in Diameter.

Mens Rectangular Onyx CZ Ring
Wide Rectangular Sterling Silver Mens Ring. Features 1 (11mm x 8mm) Black Cubic Zirconia Rectangular Stone.



Ruby Heart CZ Ring

Sterling Silver Unique Ladies Heart Ring. Features 1 (8mm x 8mm) Ruby Heart CZ with a CZ filled arch. High Polished. Weight: 6.50 gm



Jigsaw Puzzle Pattern Silicone Skin Case for Apple iPhone 3GS and iPhone 3G
iPhone Silicone Case designed to protect and perfectly fit your precious Apple iPhone, easy installation on your iphone for a new look and protection.

Mens Montana Blue CZ Ring

Sterling Silver Mens Montana Blue Cubic Zirconia Ring. This Gold Plated Sterling Silver Ring Features 1 (5mm Square) Montana Blue CZ Stone in the Center





BELKIN Nonslip Silicone Skin Case for Apple iPhone 3GS iPhone 3G

iPhone Silicone Case designed to protect and perfectly fit your precious Apple iPhone, easy installation on your iphone for a new look and protection



Valentine's Day, Stock Up In Time!




BlackBerry Bold 9000 Silicone Protective Skin
Silicone Skin Case Cover for BlackBerry Bold 9000
Bluetooth Wireless Headset - Worlds Lightest Bluetooth Earpiece
LED Color Changing
Ice Bucket












© BongoMart 2009
To unsubscribe or change subscriber options visit:https://www.bongomart.com/account_newsletters.php?osCsid=srlm7mh9v2hpd0j41trh0nv9v1

lunes, 1 de febrero de 2010

SOMOS MAYORIA: ASEGUREMOS LA VICTORIA de RAFAEL GROOSCORS C.

SOMOS MAYORÍA: ASEGUREMOS LA VICTORIA

(Rafael Grooscors Caballero)

En el boxeo, cuando uno de los púgiles asesta al otro un golpe certero, su second principal lo arenga para que continúe golpeando, sin cesar, convencido de que la debilidad del contrario no permitirá su recuperación y se avanzará, así, a la victoria inmediata. En política, sucede algo parecido. Siguiendo nuestra costumbre, (¿marxistas?) recordamos una frase de Lenín, referida a la desprotegida República de Kerensky, en 1918: “El gobierno se tambalea; hay que asestarle el golpe de gracia, cueste lo que cueste”. Los reiterados errores del Comandante y de sus ayudantes les han distanciado, largamente, del favor popular. La prometida Venezuela mundial, sucesora de los grandes adversarios del imperio, se desvanece en un sinfín de pequeños fracasos; sin agua para el sediento de hoy; sin luz para el iluminado de ayer. Desde luego que les quedan recursos y todavía vive Fidel para ayudarles. Pero no hay dudas en cuanto a que ya pasaron sus mejores momentos.
Por ejemplo, es el propio Chávez quien, ahora, habla de la posibilidad de un Referéndum, para “sacarlo” del poder. Y es claro que esta insistencia no pasa de ser una prueba, fidedigna, de que lo que no se quiere es la castración electoral de septiembre, debido al riesgo de perder la mayoría en su Parlamento y de quitarle uno de los pilares principales en los cuales se sostiene la fundación socialista. No es que no se puedan hacer “trampas”, con un tribunal electoral totalmente controlado. Es que las “trampas” podrían ser peores que los votos mayoritarios del anti- chavismo y caer en una flagrancia que no podría impedir el hundimiento definitivo de la revolución. Es que los números no dan. Las cuentas no salen. Es que el Comandante, abusando de las cadenas, abusando de las promesas, abusando de la buena fe de la gente, abusando del poder, perdió al pueblo y se muestra desasistido de su afortunada “perfomance” ante los demás factores de la infiltrada institucionalidad.
Es la hora del golpe de gracia. Proponíamos una movilización ciudadana, denunciando la deslegitimación del Régimen. Comenzando por la propia Asamblea Nacional, electa por un 15% del electorado, sin cualidad moral para solventar ninguna de sus decisiones. ¿Un CNE conformado por un parlamento, carente de representatividad? ¿Puede organizar y administrar, en justicia, un proceso electoral, tan importante como el que se dará en septiembre, un cónclave de atropellados adláteres del Régimen, sin que le digamos en su cara que sus rectores son unos farsantes? ¿Que esconden el Registro Electoral Permanente y que lo modifican, le quitan y le ponen, a su antojo, nombres, números, circuitos, según la conveniencia del Señor al que acatan sin reparo?. No es asunto de ir o no ir a las elecciones. Hay que ir. Y a la Mesa de la Unidad Demo crática hay que dejarle la tarea de confeccionar un orden de postulaciones, el cual soporte las naturales críticas de un electorado con sentido de responsabilidad ciudadana. Pero hay que prepararse para la resistencia al fraude. Las minorías deben ser representadas, pero no pueden sustituir a la mayoría, a nuestra mayoría indiscutible y por eso tenemos que asegurarnos la victoria. Debemos ya, dentro de esa deslegitimación que reclamamos con anterioridad, plantear y pedir, públicamente, que nos den dos puestos en el rectorado del CNE y que nos permitan conocer, con suficiencia, la naturaleza toda del REP y controlar sus modificaciones, su manejo total, hasta el final. Reclamemos un mínimo equilibrio para alegar transparencia. Si la arbitrariedad del Régimen no nos lo permite, entonces tendremos más fuerza moral para tomar las calles, inmediatamente después de emitidos nuestros votos.
Pero para tener éxito, debemos organizarnos. Debemos trazarnos una estrategia que nos permita usar la Constitución para defender los dictados democráticos de esa misma Constitución. Por eso es como hay que tender uno o tantos puentes como fuere necesario, todos a prueba de quiebre, entre la sociedad política opositora, la de los partidos, representada en la Mesa de la Unidad Democrática y la sociedad civil, la que espera --y no desespera-- que toquen a su puerta, en esta hora crucial para el destino de la República y la inviten a salvar a Venezuela, con su fuerza, con sus votos, con el valor de su honestidad, con su dignidad y con su indiscutible lealtad a una Patria que espera lo mejor de sus hijos.
Los estudiantes son los mejores ingenieros y los mejores obreros para tender esos puentes. Están en una hora muy significativa, probablemente gloriosa. Pensamos que ellos, por su propia cuenta, sin indicación de nadie, deben asumir esta tarea. Están en la calle. Están en plan de pelea y el Régimen se ha sentido acorralado por su audacia, por su admirable capacidad de concientizar a la gente, acerca de unos propósitos donde no pueden caber dobleces. Puede haber otras vías, otros protagonistas, otros medios para lograrlo. Pero esa concordancia entre las dos sociedades del presente, la incluida en los partidos y la independiente, ambas pertenecientes al cálido escenario de los defensores de la democracia real, que constituimos una mayoría aplastante ante la fanatizada promotora del socialismo autocrático, del socialismo totalitario, al servicio de un solo hombre, del dictador, debe realizarse para salvar a Venezuela del hundimiento castrista. Esta es la hora y por eso pensamos en los estudiantes, quienes también están en su mejor hora. Por eso repetimos: Somos mayoría. Aseguremos la victoria.


grooscors@hotmail.com