martes, 25 de diciembre de 2007

Gente del Petróleo Mensaje Navideño 2007 Amigas, amigos, este diciembre se cumplieron cinco años de las accionescívicas que determinaron el despido ilegal de casi veintitrés mil (23.000)trabajadores que laborábamos en Petróleos de Venezuela y en sus empresasfiliales. Cabe recordar que, para nuestros efectos, el conflicto estuvoplanteado desde el mismo momento en que el teniente coronel asumió laPrimera Magistratura, ya que para realizar su llamada revolución requeríatomar por asalto los recursos de la principal industria del país. El primer enfrentamiento se produjo el 25 de febrero del 2002, cuando los34 principales directivos de esa industria, apoyados por personal de todaslas nóminas, reaccionamos ante la imposición como Directores Internos dePdvsa de cinco profesionales que no tenían suficientes méritos para ocuparesos cargos y que solo fueron designados por su conocida inclinaciónpolítica y por estar dispuestos a obedecer ciegamente las órdenes delcomandante. ¡Mérito SÍ, política NO, fue la consigna enarbolada por quienescreemos en la meritocracia y no estábamos dispuestos a entregarle laempresa de todos los venezolanos al teniente coronel. El 4 de abriliniciamos un paro al cual se sumaron el 9 de ese mismo mes la Confederaciónde Trabajadores de Venezuela y Fedecámaras. Este exitoso paro culminó conla masacre de 11 de abril, la renuncia del presidente de la república y suregreso al poder por decisión de la Fuerza Armada, cuyo Alto Mando manejótorpemente la situación. Aunque es de sobra conocido, es convenienterecordar que el propio presidente, en su Mensaje a la Asamblea Nacional del15 de enero del 2004, reconoció que él había provocado la crisis aldesignar a la Junta Directiva cuestionada. Para entender los sucesos que se desencadenaron el 2 de diciembre hay quetomar en cuenta el grado de conflictividad desatado por el propio tenientecoronel, quien no estaba dispuesto a permitir que Pdvsa se manejara comouna empresa comercial, sino que la misma estuviese al servicio de surevolución. Quizá el paro del 2 de diciembre no fue oportuno y no se tomóen cuenta que el militar militarista que nos gobierna no conoce lo que esel diálogo y la negociación, pero recordemos que había motivos suficientespara decretarlo. La intención inicial fue presionar para que seestableciera la Comisión de la Verdad para dilucidar la matanza del 11 deabril y en apoyo a la Mesa de Negociación y Acuerdos. Tanto la sociedadcivil, como muchos articulistas insistieron públicamente que lostrabajadores petroleros nos sumáramos a una huelga. La misma fue decretadapor la CTV y Fedecámaras, ante la insistencia de la gente en las marchas yconcentraciones. Sin duda que la huelga no fue total y ya el segundo día sepodía visualizar que el gobierno no solo no cedería, sino que hacía loposible por incentivarla por medio de la represión, la militarizacíon delas instalaciones petroleras y la presencia de los paramilitaresoficialistas para impedir el ingreso del personal. Otros fueron despedidosa pesar de estar de reposo médico, maternal o de vacaciones. No es ciertolo que afirman algunos de que la huelga se prolongó por insistencia de lostrabajadores petroleros y en algún momento se conocerán los entretelones delas discusiones, incluso con los mediadores internacionales. En resumen,una vez decretada la huelga no había retorno para los petroleros. Dehabernos quedado en la empresa, hoy seríamos cómplices de la corrupción yde las violaciones a los derechos humanos que ocurren en la misma. Estos cinco años han sido de lucha constante y la gran mayoría de losdespedidos se han mantenido en la misma. Cierto que algunos han pasado lapágina, desentendiéndose de la situación del país. También unos pocos,poquísimos, han declarado estar arrepentidos, pero esto es normal en unapoblación de 23.000 afectados, muchos de los cuales han pasado o estánpasando por serias dificultades económicas. No faltan algunos que exclamen“nos abandonaron”, sin tomar en cuenta que al tomar una decisión hay quecorrer con sus consecuencias y que todos los venezolanos están pasando pordificultades de diferente índole. No podemos desconocer el apoyo demédicos, abogados y de otros profesionales que cinco años después todavíanos dan un trato preferencial, así como el apoyo moral de la sociedadcivil. Cinco años después todavía el régimen hace propaganda por todos los mediosde comunicación descalificando nuestra acción y repitiendo la falsaacusación de “sabotaje y golpe petrolero”. En algún momento loscalumniadores tendrán que responder ante los nuevos tribunales de justicia.Igualmente todos los responsables del ataque nocturno a niños, ancianos ytrabajadores en el campo residencial de Los Semerucos y en otros Campos. Después de muchos sinsabores, hoy existen motivos para sentirnos optimistasde que Venezuela está cercana a encontrar el rumbo de la democracia y elprogreso. El 2 de diciembre, casualmente cinco años después del inicio delgenocidio laboral en Pdvsa y en otros organismos y empresas del Estado, elteniente coronel sufrió una derrota muy importante que frustró su deseo deimplantar un régimen socialista totalitario. El solo hecho de que sumandato tiene un término definido lo debilitó ante su propia gente y anteel mundo. Aunque es de esperar que insista en su proyecto, tal y como lo haanunciado, definitivamente el mismo no es viable y lo derrotaremos sea cualfuere la vía que escoja para insistir en su locura. Si somos muy optimistas podemos pensar que, por uno de esos imponderablesde la vida, mañana podríamos tener otro presidente. Si somos más realistasel plazo puede ser en el 2009, mediante un referendo revocatorio o unaAsamblea Constituyente. Para los pesimistas, entre los cuales no meencuentro, el plazo será en el 2012. Desde luego que no podemos permanecerpasivos. Necesariamente, a partir de los primeros días de enero debemosorganizarnos mejor para recuperar gobernaciones y alcaldías. No será unalabor sencilla que los partidos políticos acuerden seleccionar candidatosunitarios idóneos, que sean percibidos como reconciliadores y consensibilidad social, pero confiamos en que hayan entendido lo que quiere lagente y que el momento amerita deponer intereses personales. Tambiéntendremos que seguir con las denuncias sobre los atropellos y promesasincumplidas, a pesar de que seguramente el régimen intensificará larepresión. Ojalá todos entendamos que las marchas, concentraciones y forosson importantes para seguir debilitándolo y que es imprescindiblepermanecer unidos. Toda nuestra solidaridad con las familias que pasarán una Navidad tristepor la pérdida de alguno de sus miembros. Igualmente con quienes seencuentran enfermos o tienen serias dificultades económicas. En nombrepropio y del Equipo Coordinador les hago llegar un fraternal abrazo paratodos en la convicción de que vendrán tiempos mejores y que nuestroesfuerzo no habrá sido en vano. Feliz Navidad y lo mejor para el 2008.Gracias a todos los que nos han apoyado moral y económicamente. Seguimospresentes y comprometidos, Eddie A. Ramírez S.

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